Indicaciones para la aplicación del masaje
El masaje involucra una serie de acciones fisiológicas en el organismo en la que participan muchos sistemas, aparatos y órganos, todos ellos regulados por el Sistema Nervioso Central.
En general, el masaje nos proporciona un medio de hacer frente a la continua oleada de trabajo, presiones y tensiones cotidianos. Puede significar un viaje hacia la comprensión de nosotros mismos, en el que se nos revelará el sentimiento de estar relajados y en armonía con nosotros mismos.
A continuación, se describen algunas de las indicaciones generales del masaje:
- Formación de sustancias biológicamente activas (histamina, acetilcolina).
- Elevación de la actividad de las diferentes capas de la piel.
- Favorece la transmisión del estímulo nervioso, de neurona a neurona (sinapsis).
- Incrementa la velocidad de transmisión del estímulo nervioso (neurona – músculo, músculo-neurona).
- Estimulación de la circulación linfática y sanguínea.
- Mayor afluencia de sangre a la zona manipulada.
- Mejor nutrición y evacuación de toxinas de la zona masajeada.
- Eliminación de células muertas de la epidermis.
- Aumento en la función del metabolismo.
- Aumento de sustancias que controlan o median en estados emocionales y grado de estrés (adrenalina, endorfinas, encefalinas).
- Eliminación de tensión muscular generada por inadecuada higiene postural.
- Favorece la recuperación después de la práctica deportiva (eliminación de los excesos de ácido láctico).
- Mejora la nutrición de la piel.
- Permite adquirir mayor conciencia del propio cuerpo.
- Aumento de la autoestima.
- Favorece la disminución de los restos celulares y de la grasa de la secreción sebácea.
- Regula las funciones secretoras y sudoríparas. Por ésta razón aumenta la función eliminadora de la piel.
- Activa la circulación sanguínea y linfática.
- Activa la temperatura local y la absorción cutánea.
- Aumenta el metabolismo.
- Favorece el retorno venoso y linfático y aumenta el flujo arterial.
- Se produce ejercitación de la macro y la micro circulación.
- Alivia y calma el dolor.
- Favorece la relajación global del cuerpo y la mente.
- Mantiene en buen estado la mecánica y la función articular.
- Contracturas musculares provocadas por tensión muscular prolongada.
- Debilidad muscular tras periodos en cama prolongados.
- Fracturas después de consolidación.
- Neuralgia
- Cefaleas
- Bronquitis
- Estreñimiento
- Tortícolis
- Anquilosis
- Ciática
- Lumbago, entre otras.